Escribí este poema el 12 de Mayo de 2020. Su finalidad no es otra que rendir homenaje a todas esas mujeres, que tanto antaño, como en la actualidad, lucharon y se sacrificaron por nuestros derechos. Gracias a todas ellas, hoy disfrutamos de privilegios que en años pasados, sólo eran quimeras y los cuáles, damos con demasiada facilidad por sentados.
Es por ello, por lo que quise reivindicar su labor, a la vez que agradecerla. Para que las generaciones jóvenes sean conscientes que, aunque quede mucho por hacer aún, gran parte del trabajo realizado se lo debemos a nuestras antecesoras.
Obviamente no estamos solas en la lucha, son muchos los hombres que apoyaron las causas que consideraron justas. Y con esos apoyos, y miles de obstáculos, las mujeres logramos votar, acceder al mercado laboral, estudiar, conducir, escribir, etc... Todo ello claro está, en una parte del mundo. Desgraciadamente aún hay demasiada población, a la que actualmente, todo esto le sigue vetado.
Gracias mujer
Mujer y madre
coraje,
joven mujer
florero,
abuela paño de
lágrimas,
dama de un
caballero.
Niña de ojos
tristes,
musa del gran
Romero,
todas ellas
mujeres,
todas bajo el
sombrero.
Siglos de
anonimato,
años de soledad,
que dan lugar
paso a paso
a una nueva
sociedad.
Llevamos vida en
el vientre,
parimos ideas y
credos,
por bandera y con
la muerte,
vamos venciendo miedos.
Caen muros y
pilares,
que golpean con
vigor
los cimientos de
ideales
defendidos sin
rigor.
Y son ellas, las
mujeres,
antecesoras y
actuales,
quien a golpe de
caricia,
ajenas a la
malicia
van desarmando
rivales.
Homenaje a su
valía,
mis palabras aquí
entrego,
el legado que hoy
disfruto
a ellas se lo debo.
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